El 29 de Octubre de 2024, el agua empezó a entrar en casa sin pedir permiso.
Durante dos días y medio vivimos entre el miedo y la esperanza, aprendiendo a resistir entre el barro y el desconcierto.
Escribí estos Me Acuerdos durante los meses posteriores a La Dana, para mi hijo, para que algún día pueda entender no solo lo que ocurrió, sino lo que sentimos.
Son fragmentos de un recuerdo compartido: una mezcla de fragilidad y fortaleza, de impotencia, generosidad y amor; de todo lo que llevábamos dentro y no supimos decir.
Decidí publicarlo para darle voz a esa parte invisible de las catástrofes: la humana.
La que tiembla y se aferra, la que, incluso entre el agua, sigue encontrando razones para amar y escribir para no olvidar.
Reseña
En esta ocasión me he encontrado con un libro muy conmovedor, en el cual hay momentos que te sacan una sonrisa para demostrar que eres fuerte aunque por dentro estés hecho polvo y lleno de miedo, y otros momentos en te saca lágrimas.
La autora nos transmite esos sentimientos que ella sintió ese día de incertidumbre, cuando estaba sola con su hijo pequeño al que debía transmitirle la tranquilidad como solo una madre sabe hacer.
Con frases cortas, hace que sientas lo mismo que ella en esa situación de barro y agua, como si lo vivieras en tus propias carnes. Se nota que está realizado con mucho mimo para que el día enque su hijo pueda leerlo recuerde esa situación como algo bonito y no trágico.
Debemos tener en cuenta que es su experiencia en primera persona, y que esa situación quizás se vuelva a repetir con el tiempo en otros lugares y se debe aprender de esa experiencia, pero ante todo NO SE DEBE OLVIDAR A LOS AFECTADOS PORQUE SIGUEN PASÁNDOLO MAL, YA QUE LAS AYUDAS DE RECONSTRUCCIÓN TARDAN.
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